Macro

Apuesta empresarial: Un “modesto” 2017 espera a los sectores clave de la economía

Por: K. Peña y D. Vásquez | Publicado: Lunes 18 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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En medio de un escenario externo más deteriorado e índices de confianza interna que se mantienen en terreno negativo sin dar cuenta de una recuperación -indispensable para un repunte de la inversión-, los distintos agentes no ven catalizadores que puedan impulsar el desempeño de la economía en el resto de 2016. Y lo mismo ocurriría el próximo año.

Los pronósticos para el PIB de 2017 se han ajustado a la baja de manera persistente llegando a 2,1%, cifra no muy distante del 1,7% esperado para este año. Este panorama ha llevado a que los gremios empresariales también sean cautelosos a la hora de hacer pronósticos sobre el rendimiento que tendrá su sector en el próximo ejercicio. El diagnóstico es compartido en la industria, el comercio, la agricultura y la construcción: no existirá un repunte importante a nivel sectorial si la actividad crece al ritmo esperado. ¿Habra algún punto de inflexión? Minería, cuyo PIB se expandirá 3% tras dos años de caídas. 

SOfofa: plástico y farmacéuticos destacarán

El rubro industrial es exportador por excelencia, por lo que la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) señala que la vulnerabilidad externa en lo más reciente ha agregado incertidumbre al sector. "Un ajuste (a la baja) en el crecimiento de nuestros socios comerciales afectaría directamente a los envíos industriales", sostiene en gremio. Como ejemplo pone a Brasil, un destino importante para los productos industriales chilenos y cuyos pronósticos para el PIB no son nada alentadores tanto para éste como para el próximo año, con caídas de 4,3% y 1,7 según la OCDE.


En este escenario, el gremio anticipa que el PIB industrial crecerá 1% este año afectado por una nueva caída en la inversión (entre 1,5% y 2%) y subiría levemente a una cifra entre 1% y 2% en 2017, en parte por el freno en la caída de la formación bruta de capital fijo.


Gran parte de la industria abastece a la construcción, que ha mostrado un flojo desempeño y se espera persista o empeore el próximo año, pero aún así hay subsectores que podrían enfrentar un mejor panorama.
Tal es el caso de los subsectores farmacéutico y plástico, dos ramas que se han visto favorecidas por el tipo de cambio y la caída del precio del petróleo, como explican desde el gremio industrial.


En el primer caso, plantean que la depreciación de la moneda ha influido para dejar de importar bienes e instalar plantas productivas locales, mientras que la producción ligada al plástico se ha beneficiado de la baja en el precio del petróleo, "dado que su principal materia prima son derivados del crudo".

 

SNA: fruticultura débil y repunte en viñas

De no presentarse episodios climáticos de consideración, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) proyecta un crecimiento que describe como "muy moderado" para 2017: entre 2% y 3%.


Las cifras son similares al rendimiento previsto para este año, aunque como explica la gerente de Estudios del gremio, Ema Budinich, la estimación para el PIB silvoagropecuario fue revisado recientemente a la baja, de 3% a 2%. "El ajuste tomó en cuenta el impacto de los episodios adversos del verano y otoño pasado", detalla y recuerda que efectos negativos asociados al clima tampoco se pueden descartar en el futuro.


La fruticultura cerraría con un crecimiento bastante débil este año, el cual se aceleraría levemente en 2017 (4%). Las viñas, en tanto, podrían recuperar las pérdidas con que terminarán el año, tomando en cuenta que ya acumulan un retroceso de 30%.


Budinich sostiene que el panorama para los cultivos anuales se ve menos favorable, "ya que probablemente los precios internacionales sigan bajos". Un ejemplo de ello es el valor del trigo y el maíz, que ha descendido entre 15% y 20% en los últimos doce meses, lo que no ha logrado ser compensado con la apreciación actual del dólar.


"Todo esto frenará las siembras, siendo tal vez el maíz una excepción", señala.


El panorama se repite en la ganadería, cuyo potencial de crecimiento se ha visto mermado por la falta de lluvias y el bajo precio de la leche; el desempeño de las carnes blancas se ve plano por la debilidad del escenario interno; y el sector forestal enfrenta bajos precios de la celulosa y un mercado interno debilitado ante las bajas perspectivas en la construcción de viviendas.

Sonami: tibia recuperación para la minería

Este año será para el olvido en la industria minera, especialmente por el precio del cobre que al viernes promediaba US$ 2,137 la libra, un valor bastante desfavorable frente a los US$ 2,674 que ostentaba a igual fecha de 2015. Sin embargo, las perspectivas apuntan a un desempeño algo mejor para el próximo ejercicio.


Según las proyecciones de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), la producción de cobre este 2016 será levemente inferior a la obtenida el año pasado, mientras que las exportaciones sumarían US$ 31.000 millones, US$ 4.000 millones menos que 2015.


Lo anterior llevará a una baja de 1% para el PIB del sector, la más pronunciada desde 2011. "Si bien algunas faenas de cobre aumentarán su producción, como Antucoya, Caserones y Sierra Gorda, esto se verá contrarrestado con la disminución de otras como Escondida, El Abra y Michilla, por citar las más relevantes", puntualiza el gerente de Estudios de Sonami, Álvaro Merino.


Dentro de los subsectores, destacará el desempeño del molibdeno, cuya producción se estima aumente entre 7% y 8%, mientras que la plata crecerá 3%.


Pero en 2017, el pobre rendimiento de la industria podría quedar atrás, ya que el gremio espera que el PIB minero crezca en torno al 3%, con un aumento de similar en la producción de cobre llegando a las 5.900.000 toneladas.


Estas perspectivas algo más positivas descansan en una proyección para el promedio de la libra de cobre superior a la de este año, entre US$ 2,20 y US$ 2,25 la libra.

 

Construcción sin motores por baja inversión

Luego del boom que significó 2015 para las ventas de inmuebles el anticipo de la entrada en vigencia del IVA en la construcción, este rubro se estacionaría en un nivel de pobre actividad, tanto éste como el próximo año.


Así lo asegura el gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Javier Hurtado, quien pronostica una expansión del rubro ínfima o nula en el próximo bienio, y lo más preocupante "con un sesgo muy fuerte a que sea negativo" en el corto plazo. "A este ritmo de crecimiento anual de la economía, entre 1% y 2% uno puede esperar muy poco para el desempeño de los sectores reales", agrega Hurtado.


En concreto, para este año las estimaciones apuntan a un PIB sectorial plano (0,1%), con una fuerte caída en infraestructura (-1,5%), mientras que vivienda continuaría con algo de vuelo gracias al efecto del IVA.
Si bien Hurtado declina hacer una proyección con una cifra exacta para el resultado del sector en 2017, sí afirma que el panorama se ve complejo.


El factor determinante será la inversión y afirma que si se logra modificar las expectativas en dirección a una mayor inversión privada, "eso podría cambiar el ciclo".


"Si bien estamos creciendo en concesiones, los presupuestos públicos lo más probable es que sean más a la baja que al alza (...) Los motores de la vivienda y la infraestructura privada están apagados", plantea.

 

CNC: PIB del comercio crecerá entre 1% y 2%

En medio de una masa salarial que continúa desacelerándose y remuneraciones reales que apenas aumentan, las perspectivas para la actividad comercial no lucen para nada dinámicas. Así lo corrobora el propio presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes, quien espera que el desempeño de su sector se ubique entre -0,5% y 0,5% este año y un resultado algo mejor para las ventas minoristas en la Región Metropolitana: entre 0,5% y 1,5%.


Su visión para el próximo año no dista mucho de ese resultado y afirma que no se espera un gran repunte para el sector. "Si el país logra crecer entre 2% y 3%, se espera un alza en el PIB del comercio entre 1% y 2%", asegura.


Respecto a los riesgos que ve para su sector, Mewes destaca que el principal es la inseguridad en el mercado laboral, no solo por el aumento que esperan en el desempleo (de 7% para este año), sino también por el persistente aumento que se ha observado en los ocupados por cuenta propia.


"En cambio, los asalariados, que son quienes reciben un sueldo fijo todo los meses, solo crecieron 0,4%", refuerza.


Resalta que las cifras más recientes de la Cámara dan cuenta de una desaceleración en prácticamente todos los sectores, que se ha sentido con más fuerza en la venta de muebles, vestuario y calzado y abarrotes y perecibles.

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